La inflamación es un proceso fisiológico, respuesta autoinmune natural del cuerpo para resguardarse de agresiones. Pero cuando la inflamación no es una reacción puntual y se sostiene en el tiempo, esta conduce al padecimiento de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, alzhéimer y envejecimiento, entre otras muchas consecuencias.
La alimentación influye en la inflamación de nuestro organismo. Por lo que, una alimentación abundante en grasas saturadas y azúcares, excesiva en productos ultraprocesados y muy energéticos, se considera proinflamatoria.
¿Cuáles son los alimentos que causan inflamación?
Foto Cortesía de Freepik
- Grasas transgénicas artificiales
Presente en alimentos congelados, productos fritos, aperitivos salados, como las patatas fritas, grasas sólidas como las margarinas, comida rápida bollería industrial y todos los alimentos procesados que contienen aceite vegetal parcialmente hidrogenado.
las grasas trans pueden afectar la función de las células endoteliales que recubren las arterias y promover la aparición de problemas cardiacos.
- Ácidos grasos
Algunos de los tipos de grasas se encuentran en los aceites vegetales, tales como el aceite de soja, el de maíz, el de girasol, y el aceite de cártamo. Estas grasas se oxidan fácilmente y crean radicales libres que dañan las células y causan inflamación.
- Azúcar Refinada
Está presente en muchos alimentos procesados, barras energéticas, yogures, pan de molde, jugos envasados, refrescos, galletas etc.
La fructosa, consumida en grandes cantidades se relaciona con obesidad, diabetes, hígado graso, cáncer, enfermedad renal crónica e inflamación endotelial (la capa que recubre los vasos sanguíneos), que es un factor de riesgo de enfermedad cardiaca
- Caseina
La caseína son las proteínas de la leche, Constituyen un 80 % del total de las proteínas de la leche de vaca.
Los lácteos son de los alimentos más inflamatorios, sobrepasados sólo por el gluten. La inflamación provoca enfermedades como cáncer, diabetes, o demencia. También acné, hinchazón, gases, estreñimiento y diarrea; e incluso trastornos de estado de ánimo.
Los productos lácteos incluyen la leche, quesos, yogurt, crema, helados. También la mayoría de productos procesados como galletas, salsas, aderezos, sopas.
- Gluten
Es una mezcla de proteínas que se producen de manera natural en el trigo, el centeno, la cebada y las variedades híbridas de estos cereales.
Muchas personas son alérgicas a esta proteína y ya la han eliminado de su dieta. Sin embargo, nuevos estudios han demostrado que el gluten puede causar inflamación, incluso en personas que no son alérgicas.
- Granos Refinados
Incluyen la harina blanca, el arroz blanco y el pan blanco. Muchos panes, cereales, galletas saladas, postres y pasteles se elaboran con granos refinados.
Sustituye estos alimentos por las siguientes opciones:
Foto Cortesía Freepik
- Grasas monoinsaturadas
Es una de las grasas saludables se encuentran en alimentos de plantas como nueces, semillas aguacates, etc. Comer cantidades moderadas de grasas monoinsaturadas (y poliinsaturadas) en lugar de grasas saturadas y grasas trans puede ser benéfico para su salud.
- Ácidos grasos – Omega
Cocina con aceite de oliva extra virgen, aceite de coco, aceite de aguacate, o ghee. Pescados alto en ácidos grasos omega-3 como el salmón, la tuna y las sardinas.
- Endulzantes
La manera más sencilla de endulzar los platos de manera saludable es usando fruta fresca, madura o deshidratada, sin aditivos químicos.
- Sin Caseina
Prefiere siempre los alimentos de origen vegetal, por ejemplos a base de almendras, rica en fibra y proteína.
- Sin Gluten
Todos los vegetales, hortalizas y tubérculos como yuca, ñame, papa y camote.
- Granos Enteros.
Incluye alimentos de granos enteros centeno, lentejas, frijoles, avena, arroz integral y quinoa, etc.
Foto de MART PRODUCTION en Pexels
Una alimentación antiinflamatoria es la que nos permite depurar y eliminar lo que hay que expulsar del cuerpo, para permanecer sanos y limpios. Y el cuerpo lo nota, porque poco a poco se deshincha.
Gracias a esta alimentación conseguirás una mayor fluidez y contención del oxígeno cuando realices alguna actividad física por lo que sentirás menos fatiga o malestar al realizarla.
Además, podrás sanar las afecciones que sufre tu cuerpo a causa de malos hábitos de alimentación con tan solo consumir productos más saludables y que aporten más nutrientes al cuerpo.
Debes tener en cuenta que llevar una dieta antiinflamatoria permite a tu organismo eliminar toxinas con mayor facilidad. Eso, y el bajo consumo de grasas, beneficiará a órganos como el hígado. Estimulará un mejor funcionamiento y contribuirá a su depuración.
Enfermedades que cursan con inflamación como la artritis, las tendinitis y otras podrían beneficiarse particularmente de este tipo de alimentación para reducir el dolor.
De igual forma, la dieta antiinflamatoria se ha considerado de utilidad ante enfermedades bucales como la gingivitis y también, podría contribuir a reducir caries dentales y otras patologías.
Otro beneficio que podríamos conseguir es su ayuda para prevenir o controlar procesos degenerativos en patologías como el cáncer.
En el ámbito de la obesidad y la diabetes, la inflamación también tiene un rol importante, por ello, esta dieta podría contribuir a su prevención y control.
El Centro de Salud, de la Universidad de Harvard, mediante varias investigaciones, estableció que el alto consumo de alimentos antiinflamatorios puede llegar a disminuir el riesgo de contraer enfermedades como: diabetes, enfermedades del corazón, cáncer, alzheimer y depresión.
Hay que apostar por el consumo de frutas, verduras y hortalizas, intentando siempre que sean frescas. También potenciar el consumo de proteínas vegetales, como son las legumbres, o si son animales, escogiendo preferiblemente el pescado. El objetivo principal de esta dieta es que lo que el cuerpo tenga que eliminar lo elimine lo antes posible y no esté mucho tiempo en nuestro organismo.
No consiste, por tanto, en un plan de adelgazamiento o en un programa a corto plazo, sino en una forma de alimentarse para mantenerse sano. Los alimentos ricos en fibra, depurativos, van a jugar también un papel importante en esta dieta.
Los alimentos no sólo nos nutren, también se comportan como medicamentos que pueden incrementar nuestro rendimiento, mejorar nuestro aspecto, hacernos sentir mejor o mejorar nuestra capacidad mental. Y al contrario. Hoy un gran número de personas llevan estilos de vida que no son saludables y uno de los aspectos más afectados es el tipo de nutrición actual que es proinflamatoria.
Prevenir y reducir la inflamación disminuyendo la exposición a los factores antes mencionados puede ayudar a revertir la inflamación. Y consumiendo más de esos alimentos que funcionan como sustitutos.
Además hacer ejercicio de 3-5 días a la semana, durante al menos 30 minutos ayuda a reducir el exceso de peso, las probabilidades de adquirir una enfermedad crónica y ayuda a construir un bienestar general. Además, el ejercicio, incluyendo yoga y meditación, promueven la claridad mental, y reducen el estrés.
En resumen:
La alimentación influye en el nivel de inflamación del organismo y, como consecuencia, en la salud. Conocer qué alimentos promueven la inflamación es un primer paso para combatirla. Te recomiendo realizar cambios en tu dieta diaria por alimentos antiinflamatorios, hazlo de manera gradual de modo que tu cuerpo no sienta los cambios y así adaptar tu alimentación para que se mantenga a largo plazo.