La meditación se refiere a un proceso por el cual se llega a un estado acrítico de autoobservación pasiva. Es un estado de conciencia en el que se observa el pensamiento, pero sin pensar; el sentimiento, sin involucrarse en él; y cualquier contenido cognitivo, sensorial, emocional, fisiológico o conductual, de manera pasiva, sólo permitiéndola, sin responder.
Meditar constituye una práctica de evolución personal en el que el individuo se va abriendo internamente, va hallando la forma en la que ese contacto se va dando, va discerniendo qué actitudes lo bloquean y cuáles lo benefician.
El objetivo principal de meditar es disminuir los niveles de estrés, transformar las emociones de la persona, y abrir el corazón. Se cree que, si se consigue un estado profundo de relajación, se puede mejorar la salud y el bienestar de una persona.
“Meditar no es luchar contra un pensamiento,
sino aprender a comprenderlo”.
Deepak Chopra
Está considerada un tipo de medicina complementaria para mente y cuerpo ya que produce un estado de relajamiento profundo y una mente tranquila.
Durante la meditación, concentras tu atención y eliminas el flujo de pensamientos confusos que pueden estar llenando tu mente y provocándote estrés. Este proceso puede resultar en un realce del bienestar físico y emocional.
Cuando se sabe meditar, se puede permanecer en actitud meditativa en diferentes formas; es decir, la persona está en contacto interior con lo esencial y con su yo profundo, haga lo que haga, sentado, de pie, andando, realizando las tareas de la vida cotidiana, corriendo, bailando…
Cuando la mente se encuentra agitada, cuando nuestros pensamientos son obsesivos y llevamos todas nuestras preocupaciones incrustadas en nuestro ser (como si no existiese solución alguna), hay una estrategia para despejar nuestra mente que casi nunca falla: caminar. En realidad, existe algo maravilloso en el simple hecho de andar. El movimiento de nuestro cuerpo es como el metrónomo que marca un compás, un ritmo perfecto donde tarde o temprano la propia mente queda armonizada.
A cada paso el corazón crece, la respiración se vuelve profunda, sonora, el cerebro se oxigena y nuestro ser se expande por esos movimientos repetitivos para hallar su punto de equilibrio. Ese momento de conexión dado por el ejercicio físico donde se combina la meditación, puede darte una sensación de calma, paz y equilibrio que puede beneficiar tu bienestar emocional, así como tu salud en general, puede ayudarte a que tus días sean más calmados, y a controlar los síntomas de ciertas enfermedades.
“En medio del movimiento y del caos,
la calma sigue en tu interior”.
Deepak Chopra
MARCHA MEDITATIVA
La denominada marcha meditativa, mindful walking o caminata consciente es útil para toda persona que quiera practicar un ejercicio simple, agradable, sano y espiritual. Con un poco de adiestramiento, cualquier persona puede llegar a mejorar en su autoobservación con este ejercicio, y a prosperar en su camino personal de forma simple y autónoma. Admite explorarse internamente y aprender a adoptar formas de estar más libres y serenos. Puede ser una magnífica práctica para aprender a conocerse y a desenvolverse mejor en el mundo.
Se trata de una práctica de transformación, ya que, realizado de forma consciente y habitual, ayuda a alcanzar lo mejor de nosotros mismos. Pero el andar puede aún ser algo más profundo. Puede convertirse en ejercicio de crecimiento personal y hasta de experiencia espiritual.
“El secreto de la meditación consiste en desarrollar,
concentrar y dirigir tu consciencia”.
Stephan Bodian
BENEFICIOS DE LA MARCHA MEDITATIVA
Además de la sensación de plenitud y bienestar que se experimenta al andar de forma meditativa, estas prácticas favorecen la salud en todos los niveles, te destaco 8 beneficios que te encantaran:
- Adquirir una sensación de estabilidad.
- Mejorar tu habilidad para enfocar tu mente, mejorando la concentración.
- Un estudio del Centro de Medicina Integrativa del Hospital Universitario T. Jefferson en Filadelfia revela que la meditación auxilia a pacientes con enfermedades crónicas a reducir sus síntomas y mejorar su calidad de vida.
- La revista NeuroReport difundió un estudio del MIT según el cual personas que meditaban al menos seis horas a la semana presentaban mayor volumen en regiones de la corteza cerebral asociadas con la atención, la toma de decisiones y la memoria.
- Desarrolla temperamentos más felices, menos ansiosos o depresivos. Del mismo modo, unificar cerebro, mente y cuerpo hace más fácil adaptarse a situaciones de estrés e incertidumbre.
- Reduce el riesgo de ataques cardiacos al mejorar la capacidad de relajación.
- Refuerza el sistema inmune.
- La caminata te ayuda a quemar calorías y además oxigena músculos y cerebro.
FORMA DE PRACTICAR LA MARCHA MEDITATIVA
Para iniciar, puedes destinar un tiempo específico para esta práctica, por lo menos 3 veces a la semana durante 20 minutos, de esta forma obtendrás la disciplina de forma natural en tu vida cotidiana y tomarás conciencia de cada acto ya sea que estés en tu casa, oficina, ciudad o en medio de la naturaleza.
Para llevar a cabo la práctica de la meditación mientras caminas realiza los siguientes pasos:
- Elige un lugar en el interior o en el exterior. Si estas sobre el pasto o arena, puedes quitarte los zapatos.
- Toma mínimo 3 respiraciones para soltar las preocupaciones, y conecta con tu cuerpo.
- Ajusta tu postura, mantén la espalda recta, caderas viendo hacia el frente, brazos a los costados y relajados, mirada ligeramente hacia el piso. Concibe la conexión de tus pies con la tierra como si se tratara de tus raíces.
- Levanta poco a poco el primer pie y siente todas las sensaciones. Entre más lento hagas este movimiento más podrás percibir.
- Aprecia cómo tus pies tocan el suelo, toma conciencia de cada músculo al caminar, percibe la planta del pie tocando totalmente el piso y luego coloca el otro pie delante de ti.
- Regulariza tu respiración y el movimiento de tu cuerpo, puedes contar los segundos que dura cada inhalación y exhalación.
- En caso de distracciones, trae tu mente de vuelta sencillamente tomando conciencia de tus pasos.
- Para terminar, realiza 3 respiraciones profundas sintiendo todo el cuerpo reconociendo cada parte de ti.
La mente humana, suele ser intranquila va saltando de pensamiento en pensamiento en un viaje caótico e improductivo, de pronto sin saber acabamos perdidos en nuestros propios laberintos. Sin embargo, si logramos apaciguar esa inquietud a través del ritmo de nuestras piernas y de una respiración que se acompasa a cada paso, lograremos hallar ese control consciente de los pensamientos.
Esta es una de las meditaciones que normalmente practico casi a diario, de 30 a 40 minutos aproximadamente. En caso de no poder tomarme ese tiempo entonces suelo salir en la mañana por 10 minutos sin zapatos al jardín para hacer contacto con la naturaleza y reactivar mis energías.
Normalmente me gusta salir a la hora del atardecer y aprovecho para respirar aire puro. Durante el proceso de caminar realizo mis respiraciones profundas para soltar mis ocupaciones y conectarme con mi cuerpo, tomo la postura recomendada con la espalda recta, viendo al frente y me concentro en sentir cada paso que doy y cada movimiento de mis piernas y músculos. En ocasiones me distraigo un poco, cuando escucho algún sonido extraño que llama a mi atención, para retomar mi meditación, realizo par de respiraciones profundas, cierro los ojos y vuelvo a conectarme con mi cuerpo, con cada paso y movimiento que realizo, y así transcurre todo el camino hasta llegar de vuelta a casa. Es una sensación tan estupenda que me llena de calma y felicidad, se ha vuelto un hábito, una necesidad, para mi es maravilloso y mágico.
“La meditación nos enseña a ignorar las distracciones
y a enfocar nuestra atención en lo que queremos enfocarla”.
Daniel Goleman
En resumen:
La meditación es una práctica de autocontrol destinada a regular el cuerpo y la mente hacia un estado de profunda relajación. Por esta razón es capaz de provocar estados alterados de conciencia.
Actualmente existen diversas técnicas de meditación que exploran esta práctica desde diferentes ámbitos, una de estas formas es la meditación caminando.
Caminar en plena consciencia nos trae la paz y la alegría, y hace nuestra vida real. Cada día caminas a alguna parte, de modo que añadir la meditación caminando a tu vida no te tomará un tiempo adicional ni requerirá que vayas a un lugar diferente. Conectar con las sensaciones, emociones y pensamientos que se despiertan al realizar esta práctica.
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